Solté las cuerdas y me lancé al mar…
El habitual marinero que hay en mí, me hizo partir de nuevo hacia mares revueltos, agitadas tormentas que no paran de sacudir el barco que guía mi rumbo -mi mente-. Mis pensamientos.
¿Qué era aquéllo que los agitaba de forma acelerada y descontrolada, que perturbaba mi mente arriesgando mi vida en mitad del océano sin poder mantener el control?
Y entre tanto oleaje de pronto encallé. Lo vi claro. TU.
Tú has hecho que mis sentimientos no tengan control, me has hecho ver que querer y poder pueden ir cogidos de la mano, que dejarse llevar y sentir es el sentimiento más inmediato y que llegar a amarte no es un sueño sino una realidad.
Te amo tanto que temo engancharme a esa red que no me deje salir, que me atrapa: Mis miedos. Miedo a perderte, miedo a pensar más allá, miedo a no volver a escuchar tu voz, a sentirte lejos, miedo a no volver a besar tus labios, miedo a que me dejes de querer, a que te canses de mi, miedo a no abrazarte nunca más, a no poder sentir tu calor que me arropa cada día, miedo a que se apague la llama que se enciende en tus ojos cada vez que me miras, miedo a verte con otra... y un sinfín de miedos más por estar queriéndote cada día más. .
“…Y entonces lloro y tú me preguntas ¿por qué? "…
