Así son las relaciones, un día cuando menos te lo esperas tienes al lado a esa persona que tanto deseas abrazada a ti, despertándote las mañanas con un suave beso y diciéndote ese simbólico tu todo lo vales fijamente a los ojos, (sin poderlos abrirlos del sueño), te quiero.
Y si tienes suerte además, cae algo más… ;)
Pero que mis palabras no os confundan el sentimiento, pues a pesar de ser algo tan monótono, es necesario. Pero que es necesario?
Vayamos por partes, como empezó todo?
Un día, harto/a de todo decides que esa persona que un día encuentres tendrá que tener ciertas características por no llamarlas cualidades. Ups!, ya lo hice :s
Que si el pelo moreno o rubio, largo o corto, los ojos claros, un cuerpo atlético, una buena delantera, un cierto carisma y simpatía… Bueno algo tendría que tener si no encontrase a alguien con todas las demás: P
Pero, y que hay del tan aclamado interior de las personas, ese que por suerte o por desgracia no nos vamos percatando hasta que va llegando pongamos… el quinto mes.
Pues bien, pasa que vamos viendo que no solo es necesario poseer ciertas cualidades o características físicas para que haya atracción sino que también son necesarias otras tantas para mantener esa atracción, y no me refiero a estar depilada siempre o estar cachitas, no. Sino a aquello por lo que día a día, va uniendo esa relación. El respeto, el cuidado con que tratamos a la otra persona, en definitiva, las palabras.
Ya decía Antoine de Saint-Exupéry, autor del principito, es bonita, huele bien, es perfecta y al mismo tiempo llena de imperfecciones, además es orgullosa, vanidosa egoísta y mentirosa. Pero aun así, (y a pesar de ello) es única. Y no, no hablaba de su mujer, (o al menos eso espero) sino de la rosa.
Pues bien, en nuestras relaciones, a menudo todo es así, perfecto o así lo creemos ver y sentir, se respira bienestar, es maravilloso estar con esa persona y aun así, a pesar de todo,(aunque necesario) se encuentran las desconocidas imperfecciones, pues al haber ansiado y buscado la perfección de la que es nuestra pareja, nos olvidamos de que existe la imperfección, que como digo llega sobre el quinto mes sino antes, y observamos con incredulidad y como consecuencia de nuestra ansiada y mal-lograda búsqueda de la pareja ideal, la primera riña a la que sucesivamente le vendrán las más que menos riñas consecutivas. Eso, si es monótono.
Pero a pesar de todo lo singular que este texto te pueda parecer, no olvides querido lector, que somos como una rosa, que a pesar de su hermosura y perfección, estamos llenos de minúsculas espinitas que sin quererlo nos van lastimando sin ton ni son, pero no nos engañemos, porque aunque pequeñitas y sin intención van hiriendo y desgastando a cualquier corazón.
Enamorarse es sentirse encantado por algo, y algo sólo puede encantar si es o PARECE ser perfección.
(José Ortega y Gasset)