Hoy como cualquier otro día,
suceden cosas que nos hacen plantearnos por qué sucede en la vida momentos y
encuentros que dejan una huella importante en nuestros pensamientos.
Tras mucho tiempo, alguien hoy ha
hecho que vuelva a escribir en este blog, haciéndome reflexionar sobre qué es
el respeto y la fidelidad.
¿Qué es el respeto?
El respeto comienza con
respetarse a uno mismo. Aprender a hacer una escala de valores sobre ciertos
actos y como no, nuestros actos. Aprendernos a construir como personas desde la
introspección, desde el análisis de esos actos en sí mismos tanto desde el
pensamiento como desde el sentimiento.
Ante todo y por tanto, es un
saber orientar primero nuestros pasos hacia nosotros mismos, el encontrar el
bienestar y la plenitud.
Si por el contrario, no lo hago
me perjudico a mí mismo, y a la vez puedo perjudicar con ello a los que me
rodean. Desembocando así, en una espiral continua y a gran escala.
Todo respeto se construye con la
comunicación y la observación. Pero después como persona libre yo me construyo
en consonancia. De esta construcción personal como persona empezaré a aceptar y comprender tal y como
son los demás, aceptar y comprender su forma de pensar aunque no sea igual que
la mía. Esta confrontación no tiene por qué ser negativa, porque quien asegura
que nosotros somos los portadores de la verdad?
Hablemos ahora de la fidelidad,
voy a hablar de ella en el sentido del amor
Creo que dentro de la definición
de fidelidad hay varios aspectos que la componen. Hablo de la honestidad y de
la confianza.
Encerrada en ella, la fidelidad
trae desde mi punto de vista un pacto entre dos. Los hay que son “más estrictos”
y los hay de relaciones abiertas de cuerpo y mente.
Considerando el “más estricto”,
hablamos de una lealtad afectiva, y no por ello falta de libertad del individuo.
Tú decides hasta qué punto RESPETAR ese compromiso afectivo con esa persona que
amas. Romperlo no significa traición siempre que haya una comunicación y por
tanto sinceridad.
¿Qué pasa con las relaciones
abiertas de cuerpo y mente? Desde mi punto de vista eso no es una relación de
amor, pero ¿qué implica el amor? (lanzo pregunta)
Para mí el amor en una relación
es un pacto entre dos personas. Si por la razón “X” la distancia hace mella en
ella, y se pacta una relación abierta tanto de cuerpo como de mente, eso para mí
no es relación. Puede que sigas queriendo a la persona, pero traspasar las
fronteras de la naturaleza porque haya una distancia de por medio para mí es un
sentimiento de insatisfacción de la persona o de la relación, y por
consiguiente, satisfacer esa necesidad con otra persona (sin haber sentimientos)
para mí eso, no es amor. Si sientes que hay una ausencia en la relación entonces
es que algo falla. Y la distancia, no es un motivo para entregarse a una
relación abierta en cuerpo.
Alguien escribió:
Cuando
estoy con alguien puedo decir que estoy acompañado, pero ¿a partir de qué
momento dejo de estar con alguien? Si estoy con alguien abrazada y le estoy
hablando, podría decir que estoy en compañía de esa persona, si nos
distanciamos un par de metros y continuamos hablando, podría decir que sigo con
esa persona. ¿En qué momento dejamos de estar juntos?
Si
nos separamos varios kilómetros de distancia, sí podríamos decir que ya no
estamos juntos, ¿por qué?, treinta kilómetros o dos metros, ambos siguen siendo
una medida, y de cualquier manera ya perdí el contacto físico con él, ¿será a
causa del no poder interactuar?
Sin embargo, si me encontrara con esa persona acostada en la misma cama, no le estoy mirando, ni hablando, ni tocando, y en ese momento alguien me pregunta por teléfono si estoy con alguien, probablemente respondería que sí. Entonces no necesito interactuar para sentirme en compañía.
Sin embargo, si me encontrara con esa persona acostada en la misma cama, no le estoy mirando, ni hablando, ni tocando, y en ese momento alguien me pregunta por teléfono si estoy con alguien, probablemente respondería que sí. Entonces no necesito interactuar para sentirme en compañía.
Si
él se acabara de ir a trabajar y estuviera a menos de diez metros de la casa, y
alguien me llama para preguntarme lo mismo, seguramente contestaría que no.
Entonces ¿cuál es la diferencia? ¿El que los dos no nos encontremos dentro de
esa estructura llamada alcoba o casa? Pero sí estamos dentro del mismo
vecindario, país, planeta y universo.
Si me comunicara vía Internet con él, ¿estamos juntos o no? Si estoy hablándole, escuchándole y observándole a través de una pantalla, puedo decir que estamos interactuando, pero como nos separan cierta cantidad de kilómetros, entonces ¿estoy o no con él?
Si me comunicara vía Internet con él, ¿estamos juntos o no? Si estoy hablándole, escuchándole y observándole a través de una pantalla, puedo decir que estamos interactuando, pero como nos separan cierta cantidad de kilómetros, entonces ¿estoy o no con él?
“Soledad” y “compañía” podrían
ser la misma cosa. Equivocadamente se utiliza esta última palabra para
referirse al hecho de estar a cierta distancia de alguien, pero siempre estaré
a cierta distancia de alguien. Lejos o cerca, es relativo. Siempre tendré la misma cantidad de soledad y de compañía,
percibir una cosa u otra, depende de mí.
“Al comprender que la compañía no se encuentra condicionada por la distancia, pude entender que el amor tampoco.”
“Al comprender que la compañía no se encuentra condicionada por la distancia, pude entender que el amor tampoco.”
Por todo ello, no considero que
se deba ser “más medieval” por pensar en entregarte solo a una persona. Es muy
simple, si decides entregarte a una persona en una relación, es porque TÚ quieres,
es TÚ decisión y por tanto TÚ implicación y un compromiso que así decides hacer.
Ser fiel o no depende de ti, pero si en algún momento algo falta o falla,
entonces tienes dos opciones: hacer ambos un esfuerzo por tratar de solucionar
el problema o acabar la relación.
"El respeto y la
fidelidad cuando se ama es algo que no debería pedirse, sino otorgarse con los
ojos cerrados de la confianza plena"
Tras esto te deseo buenas noches,
y te digo que tu ausencia ha dejado una esencia difícil de no pensarte.
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