Cuenta la leyenda que Zeus mando crear a la primera mujer, esta fue Pandora para castigar a Prometeo y su hermano por haber robado el fuego. Así, Pandora se creo en el cielo, contribuyendo todos los dioses a su perfeccionamiento. Antes de entregarse a Epimeteo, Hermes el creador, le dio a Pandora una caja que nunca debía abrir.Pese a las recomendaciones de Prometeo que advirtió a Epimeteo de no aceptar ningún regalo de los dioses, Epimeteo no escuchó a su hermano y aceptó a Pandora, enamorándose de ella y finalmente tomándola como esposa.Poco a poco fue creciendo la curiosidad en Pandora de la caja que Zeus le había dado hasta que finalmente un día la abrió para mirar dentro. En ese momento escaparon de la caja una multitud de plagas para atormentar a los hombres, Pandora se apresuro a cerrarla, pero ya era tarde, todo el contenido de la caja había escapado, exceptuando una sola cosa, la esperanza. La enseñanza que pretendo mostrar con este mito, es que, muchas veces confiamos en personas da igual que motivo o razón sea por la que decidas que formen parte de tu vida ni quien las haya colocado en ella, pero las dejamos entrar aun con el riesgo que pueda entrañar cualquier persona desconocida. Sin embargo, pese a la confianza y el sentimiento sembrado, no esperas que un día esa persona usurpe tu más preciado baúl dejando escapar lo que albergaba dentro de él: la confianza, la lealtad, el cariño y el más importante, la amistad.Pese a ello, el de la esperanza siempre quedó ahí y ningún mal podrá derrotarnos completamente mientras permanezca en nuestro interior.A partir de ahora el baúl, permanecerá cerrado.
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